All I Said Was Nothing At All
A veces - a menudo - extraño la paz del hogar. Ojalá pudiera despertar en mi propia cama más de una vez cada luna azul, y podría levantarme e ir a dar un paseo, sin ver a nadie, ni ser observado todo el tiempo.
A veces es demasiado. Demasiado ruidoso, demasiado lleno de gente, demasiado en tu cara - demasiado - y no quiero tener que subir al escenario y cantar o estar frente a una cámara y un actuar. Solo quiero irme a casa.
Pero luego estás tú. Tú sabes cuando me está pasando, y yo sé que tarde en la noche habrá una llamada a mi puerta, una voz susurrando mi nombre, y serás tú. Abriré la puerta y tú estarás allí, consolándome y abrazándome, y haciendo que las cosas vuelvan a estar bien. El sentirte contra mí, tu piel presionando contra la mía, tus labios, tu boca, tu lengua; todo me hace olvidar, hace que todo se reduzca para que todo lo que pueda ver, todo lo que pueda sentir sea a ti.
Me besarás hasta que apenas pueda respirar, y tus manos parezcan cubrir todo mi cuerpo, quemándome donde me tocan, haciéndome gemir y rogarte que te compadezcas de mí, que uses tu boca y tus manos para hacer que lo olvide todo, para hacer que mis sentidos se sobrecarguen y que todo lo que pueda sentir, todo lo que quiero es a ti.
Te gusta detenerte, hacerme bajar desde el mismo borde, hacerme maldecir, y me sonríes, dulce y tonto, tu cara una imagen de inocencia mientras tus manos y tu cuerpo me hacen cosas que deberían ser declaradas ilegales - probablemente son ilegales en la mayoría de los países.
No hablamos cuando estamos juntos, y no sé por qué. A veces pienso que tal vez sea algún tipo de barrera; si no hablamos, podemos fingir que no sucede, que el frente que le mostramos al mundo es la verdad; somos compañeros, tan simple como eso. Nadie necesita saber cuán diferentes son las cosas en lo profundo de la noche cuando me jalas para que mis piernas te envuelvan y siento tu pene duro contra mi vientre y puedo oírte jadear de aliento, tus manos duras contra mis hombros, sostieniéndome contra la cama, magullándome.
Esa es la verdad, Nicky; Lo que hacemos juntos en la oscuridad, no el frente que mostramos al mundo, y me estoy cansando de esconderme. No tenemos que decirles, no tenemos que decir nada, sólo tenemos que bajar la guardia, sólo una vez, y eso será suficiente.
Entonces no importará si no me despierto en mi propia cama, porque estarás conmigo, y podemos enfrentarlo juntos. Y luego cuando no tenga que mirar tu cara para intentar leer detrás de tus ojos.
Porque lo sabré todo.
FIN