Título: Searching (Buscando)
Autor: Cass
Pareja: ¿?
Clasificación: PG .... tan suave como se pone!
Resumen: ¿Qué pasará cuando finalmente veas lo que hay debajo de tus narices
Searching
¿Alguna vez has pasado años y años buscando algo y luego, al igual que te has dado por vencido porque estás tan enojado que quieres golpear tu cabeza (o la de alguien más) contra la pared, lo encuentras? Lo encuentras en el lugar más obvio, el más simple. El primer lugar al que miraste, pero que se te fue de las manos porque *era* el primer lugar al que miraste? Si pensabas que eso era lo que habías estado buscando, bueno, nunca buscarías más, y sólo piensa en cuántas aventuras te perderías.
Nada que sea esa cantidad. No se pierden aventuras, no se pierden colgando del borde de los acantilados con las uñas tipo hazañas. Sólo un dolor constante y creciente. Un corazón que duele porque le falta algo que no se puede nombrar y que no se puede encontrar.
Así que cuando te vi en el vestíbulo del hotel ese día, lo entendí. Comprendí que finalmente había encontrado lo que buscaba y que siempre había estado aquí. En el primer lugar que miré.
Te habías caído sobre tus propios pies, creo, y estabas medio sentado, medio tendido en la alfombra, tratando de decidir si estar enojado o avergonzado o divertido. Las chicas acosadoras que insisten en acechar nuestros hoteles estaban todas preocupadas y twitteando como.... cosas que twittean, la mitad del personal se mordían las manos para no reírse, y el resto trataba de decidir si debían apresurarse a ayudar.
Alzaste la vista y me viste, y vi tus ojos cambiar, vi la luz entrar en ellos, y en ese momento, entendí todo. Que eres un idiota torpe que se caería sobre una hojarasca de hierba, pero que tienes una capacidad de amor y amistad inigualable. Y ese amor estaba dirigido a mí; siempre había estado dirigido a mí.
Y que yo, en mi absoluta estupidez, había estado buscando en el lugar equivocado, porque lo que estaba buscando estaba aquí mismo, delante de mis narices.
Empecé a reírme, y tú te uniste. Me acerqué y alargué la mano para ayudarte a levantarte.
Si amas, y eres amado recíprocamente, sientes el sol desde ambos lados.
FIN